El cine está vivo y se hace tan cercano que penetra en nuestra conciencia para dejarnos una fuerte impresión, una huella de su paso. Realmente hay películas que nos marcan de por vida. Inconscientemente podemos absorber de ellas comportamientos, actitudes, poses que reproducimos sin darnos cuenta. En nuestra web asociamos el cine con el elemento Fuego. El fuego danza en la hoguera como las imágenes de una película en la mente. Una película en formato DVD no es más que luz concentrada y almacenada, reproducida gracias al láser (otra forma de luz) que devuelve a la vida una historia. El fuego puede quemar y destruir, o puede purificar y transformar. Lo mismo sucede con una película y las impresiones que produce.
Por eso es conveniente seleccionar lo que vemos y cuándo lo vemos, porque producirá un efecto en nosotros. Todos llevamos un cineasta dentro ya que nuestra propia vida es una película de la que somos protagonistas, aunque tengamos mayor o menor acierto en la dirección. Si nos fijamos bien, no pensamos demasiado y nos dejamos sentir, sabremos reconocer lo que vale realmente la pena y toca la fibra sensible de nuestra alma. Así podremos usar el cine a nuestro favor como una herramienta para regular las emociones y pensamientos en desorden. Las películas se convertirán en una terapia completa en forma de música, historias e imágenes.
Las buenas comedias nos ayudan a reír sanamente, las que son románticas pueden dar calidez y romper barreras con la pareja. Los dramas donde el esfuerzo, el sacrificio y los valores humanos se ponen en juego, emocionan y pueden ayudar a relativizar los pequeños o grandes problemas cotidianos. Los films de acción, lucha y aventuras despiertan nuestras ganas de hacer, investigar, enfrentar retos en el día a día. La Ciencia ficción nos traslada a un mundo de posibilidades infinitas que cada vez está más cerca. La animación puede dar vida a criaturas y lugares increíbles llenos de imaginación haciendo las delicias de niños y no tan niños. Finalmente, los documentales cinematográficos descubren al ser humano y al planeta en sus distintas facetas, un conocimiento que aprendemos de forma amena.
Por eso es conveniente seleccionar lo que vemos y cuándo lo vemos, porque producirá un efecto en nosotros. Todos llevamos un cineasta dentro ya que nuestra propia vida es una película de la que somos protagonistas, aunque tengamos mayor o menor acierto en la dirección. Si nos fijamos bien, no pensamos demasiado y nos dejamos sentir, sabremos reconocer lo que vale realmente la pena y toca la fibra sensible de nuestra alma. Así podremos usar el cine a nuestro favor como una herramienta para regular las emociones y pensamientos en desorden. Las películas se convertirán en una terapia completa en forma de música, historias e imágenes.
Las buenas comedias nos ayudan a reír sanamente, las que son románticas pueden dar calidez y romper barreras con la pareja. Los dramas donde el esfuerzo, el sacrificio y los valores humanos se ponen en juego, emocionan y pueden ayudar a relativizar los pequeños o grandes problemas cotidianos. Los films de acción, lucha y aventuras despiertan nuestras ganas de hacer, investigar, enfrentar retos en el día a día. La Ciencia ficción nos traslada a un mundo de posibilidades infinitas que cada vez está más cerca. La animación puede dar vida a criaturas y lugares increíbles llenos de imaginación haciendo las delicias de niños y no tan niños. Finalmente, los documentales cinematográficos descubren al ser humano y al planeta en sus distintas facetas, un conocimiento que aprendemos de forma amena.
Todo esto cabe en Samayana, en forma de entretenimiento selecto y positivista a tu disposición. Date un paseo por nuestras Recomendaciones y seguro que descubres grandes ideas para entretenerte y dejar las preocupaciones a un lado. Seleccionamos aquellas películas que en algún sentido u otro portan luz, son luminosas. ¿Quieres compartirlas con nosotros? Además, puedes hacer tus propias Sugerencias. Entre los millones de títulos que existen te invitamos a acompañarnos en la búsqueda de esas que son brillantes por algún motivo, aquellas que desearías compartir con los demás por todo lo que te han dado en muchos momentos de tu vida. De este modo otros también pueden disfrutarlo. El buen cine también es Samayana, un camino al equilibrio.